Cultura

Animados por el Espíritu de Dios debemos crecer en la gracia y el conocimiento del Señor[1] e impregnarlo todo de Jesús: la civilización, las costumbres, los valores, etc. Esto podríamos llamarlo cultura de Pentecostés. En palabras de San Juan Pablo II: “En nuestro tiempo que tiene tanta hambre de esperanza, haced al Espíritu Santo conocido y amado. Ayudad a reavivar la ‘Cultura de Pentecostés’ que es lo único que puede hacer fructífera la civilización del amor y la coexistencia amistosa entre los pueblos”[2].

Explicación del Padre Diego Jaramillo


[1] Cfr. 2 Pe. 3, 18.

[2] San Juan Pablo II. (2004). Discurso del Santo Padre a una Delegación de la Renovación en el Espíritu Santo, No. 4.