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Curso ”Servidor con Corazón de Misericordia”

El Centro Fuego Nuevo y la Escuela de Evangelización del Minuto de Dios, Sede Norte, lo(a) invita al curso “Servidor con corazón de Misericordia”, para que experimente la renovación de su fe, desde la transformación de un corazón misericordioso, al estilo de la Nueva Evangelización.  ¡Les esperamos!

Testigos de la Misericordia para una Nueva Evangelización

Los días 25, 26 y 27 de febrero del año 2016, el Centro de Formación para la Nueva Evangelización (CFNE) realizó en la Universidad Católica de Manizales, el curso “Testigos de la Misericordia para una Nueva Evangelización”, al que asistieron 42 agentes de pastoral, entre capellanes, docentes, directores de programa, religiosas, jóvenes, pero también los responsables de pastoral y bienestar universitario.

A través de las metodologías narrativas del evangelio y las didácticas vivenciales de comunión, participación y liderazgo se desarrollo la temática que giró alrededor de la misericordia como experiencia evangelizadora de Jesús, que mediante palabras y acciones, transformo la vida del hombre que le aceptaba en el corazón. El objetivo de la formación, no pretendía establecer una dicotomía entre evangelización y academia, todo lo contrario, apoyar e impulsar el modelo integral de formación universitaria. Pero también se buscaba favorecer el vínculo que siempre debe existir entre asignatura y vida, para no construir ejercicios pastorales duales o ajenos a la realidad, sino que, desde la Nueva Evangelización, se implica y evalúa permanentemente el desarrollo humano, a ejemplo del Señor.

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ORACIÓN

Señor Jesucristo,

tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,

y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.

Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.

Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;

a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura;

hizo llorar a Pedro luego de la traición,

y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.

Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:

¡Si conocieras el don de Dios!

 

Tú eres el rostro visible del Padre invisible,

del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia:

haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.

Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad

para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:

haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.

 

Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción

para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor

y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres

proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos

y restituir la vista a los ciegos.

Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,

a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.

Amén.